Hoy no tengo ganas de escribir, así que os pongo la noticia tal cual sin apenas comentarla, solo decir, como lo ha ha hecho un colega, a fuego lento no se kalientan mis huesos.
Dicen que los viejos rockeros nunca mueren. Y aunque el caso de los Rolling Stones pudiera llevar a pensar que efectivamente el refrán es sabio, lo cierto es que no siempre es así. Sobre todo cuando no tienen ni la oportunidad de nacer. Es el caso de decenas de grupos que cada año luchan por conseguir un contrato discográfico.
Sin embargo, lo único que encuentran en el camino son unos muros infranqueables tras los que se refugian los músicos de siempre, a los que las discográficas siguen mimando a pesar de que sus ventas hayan caído a causa de la piratería, porque esa pérdida de beneficios nunca repercute en ellos. Los damnificados son ese batallón de nuevos músicos que espera una oportunidad.
Conscientes y hartos de esta situación, dos miembros de Extremoduro, Roberto Iniesta e Iñaki 'Uoho' Antón, han decidido aportar su granito de arena con intención de cambiar las cosas. Para ello, han creado Muxik, un sello discográfico cuya finalidad es dar a conocer los primeros trabajos de aquellos grupos que consideren merecen ser escuchados. Y los 'agraciados' han sido: Calaña, Antisocial y La inconsciencia de Uoho
Extremoduro, en un parón creativo
La inclusión de este último grupo difiere un poco de la filosofía de Muxik, ya que no se trata de una banda nueva propiamente dicha: la componen todos los actuales miembros de Extremoduro (Iñaki Antón, Cantera y Miguel), menos su cantante. Y es que Roberto Iniesta está atravesando una temporada de sequía en lo que a creatividad musical se refiere. "No salen las canciones. Estoy esperando a que pase un día de estos, pero no sale nada". Y como no hay temas nuevos, tampoco habrá gira este verano. No obstante, Extremoduro sigue existiendo, aunque sea en barbecho.
Dada la coyuntura, y harto de dedicarse a grabar a otros (tiene un estudio en la localidad vizcaína de Múgica —Muxika en euskera, de ahí el nombre del sello—), y de guardar en la 'nevera' los temas que tiene compuestos, surgió La inconsciencia de Uoho, cuyo primer disco se titula 'Inconscientes'.
Su sonido está a caballo entre Extremoduro y Platero y tú, aunque se parece más a este último, en parte por la voz de Jon Calvo —líder de Memoria de pez, que hace doblete con el grupo de Iñaki Antón— y también por las guitarras, más suaves y melódicas que las del grupo extremeño.
Aunque apoyó su creación, Roberto Iniesta no oculta que se siente ligeramente "celoso", y que incluso al verlos tocar ha llegado a pensar: "Estos se van y me dejan". Pero ni este temor ha sido capaz de activar ese botón del cerebro del que, según 'el Robe', surgen las canciones.
Inasequible al desaliento, el líder de Extremoduro confía en que algún día esta situación acabe, y mientras se dedica a su otra pasión: escribir. Tras tres años volcado en su primer libro, confía en que en unos meses podrá publicar. "No se trata de una autobiografía, porque no podría hacerla a menos que encontrara algo grabado", ha explicado entre risas. "Tampoco es una novela histórica, ni científica, es un relato", ha añadido.
Tres Discos, tres estilos
Muxik no quiere enmarcarse en un estilo concreto, sino que pretender dar una oportunidad a "todo el que tenga algo que se salga de lo general", de ahí lo diferentes que son los grupos que forman parte de esta primera 'hornada'.
Calaña, uno de ellos, está formado por Domingo Calzado, Mariano Media, Oswaldo Oneca y Alén Ayerdi, batería también de Marea. Se trata de una banda mestiza, que fusiona flamenco con blues, jazz, rock y hasta rumba, en la onda de grupos como Mártires del Compás o Delinqüentes. El motivo de su elección, además de que su sonido cautivó a Roberto Iniesta, fue el incidente que protagonizó Calaña en las fiestas de Pamplona hace algunos años, cuando dedicaron una versión de la canción 'Puta' de Extremoduro a la alcaldesa de Pamplona, con el consiguiente veto.
Antisocial, el tercer grupo que lanza Muxik, poco tiene que ver con los anteriores. Se trata de una banda de estilo indefinible aunque tendente al 'punk', sobre todo si se tiene en cuenta que no se considera un grupo, sino una "filosofía". Filosofía que consiste básicamente en "poner el dedo en la llaga, en todas las cosas que están vetadas". Por eso hablan de terrorismo, "porque no es bueno, pero está ahí, como lo está el terrorismo estatal, ejercido contra grupos que únicamente llevaban a la práctica su derecho a la libertad de expresión", ha afirmado Diego, su líder, en clara referencia a los casos vividos por Soziedad Alkoholika o Fermín Muguruza, entre otros. De hecho, no esconde su miedo a ser censurado.
¿Crónica de una muerte anunciada?
Tampoco esconden su temor los artífices de Muxik, en su caso, a que las cosas no funcionen. Conscientes de lo complicado del mercado musical, saben que tal vez tengan que renunciar a sus planes antes de lo previsto. "Nuestra idea es seguir sacando grupos nuevos, y que los ya sacados, se busquen la vida. Pero para poder hacerlo, hay que recuperar el dinero invertido", explica Iñaki Antón. Por eso, han decidido unir las cuentas de los tres grupos, de modo que se compensen si uno vende menos que los otros. Es la única manera que ven viable para lograr sus objetivos. "No es solidaridad", explica Iniesta, "es una aventura en un mundo que te gusta".
"El panorama general de la música es aburrido. Y las discográficas son las culpables de que sólo suenen en la radio los cuatro grupos de siempre a todas horas", añade Roberto Iniesta, autoerigido 'abanderado' del "desaburrimiento (sic)".
Y curiosamente, entre esos cuatro de siempre —Shakira, Paulina Rubio, El Canto del Loco o Julieta Venegas, por ejemplo— incluye a Fito Cabrales, líder de Fito y Fitipaldis y otrora vocalista de Platero y tú. No obstante, tanto Iniesta como Antón dejan claro que Fito no es culpable de que las compañías "machaquen y machaquen con su grupo estrella". "Nos alegramos de que nuestro colega tenga éxito, se lo merece porque no es un producto inventado, sino que se lo ha currado mucho tiempo".
By El Mundo
Sin embargo, lo único que encuentran en el camino son unos muros infranqueables tras los que se refugian los músicos de siempre, a los que las discográficas siguen mimando a pesar de que sus ventas hayan caído a causa de la piratería, porque esa pérdida de beneficios nunca repercute en ellos. Los damnificados son ese batallón de nuevos músicos que espera una oportunidad.
Conscientes y hartos de esta situación, dos miembros de Extremoduro, Roberto Iniesta e Iñaki 'Uoho' Antón, han decidido aportar su granito de arena con intención de cambiar las cosas. Para ello, han creado Muxik, un sello discográfico cuya finalidad es dar a conocer los primeros trabajos de aquellos grupos que consideren merecen ser escuchados. Y los 'agraciados' han sido: Calaña, Antisocial y La inconsciencia de Uoho
Extremoduro, en un parón creativo
La inclusión de este último grupo difiere un poco de la filosofía de Muxik, ya que no se trata de una banda nueva propiamente dicha: la componen todos los actuales miembros de Extremoduro (Iñaki Antón, Cantera y Miguel), menos su cantante. Y es que Roberto Iniesta está atravesando una temporada de sequía en lo que a creatividad musical se refiere. "No salen las canciones. Estoy esperando a que pase un día de estos, pero no sale nada". Y como no hay temas nuevos, tampoco habrá gira este verano. No obstante, Extremoduro sigue existiendo, aunque sea en barbecho.
Dada la coyuntura, y harto de dedicarse a grabar a otros (tiene un estudio en la localidad vizcaína de Múgica —Muxika en euskera, de ahí el nombre del sello—), y de guardar en la 'nevera' los temas que tiene compuestos, surgió La inconsciencia de Uoho, cuyo primer disco se titula 'Inconscientes'.
Su sonido está a caballo entre Extremoduro y Platero y tú, aunque se parece más a este último, en parte por la voz de Jon Calvo —líder de Memoria de pez, que hace doblete con el grupo de Iñaki Antón— y también por las guitarras, más suaves y melódicas que las del grupo extremeño.
Aunque apoyó su creación, Roberto Iniesta no oculta que se siente ligeramente "celoso", y que incluso al verlos tocar ha llegado a pensar: "Estos se van y me dejan". Pero ni este temor ha sido capaz de activar ese botón del cerebro del que, según 'el Robe', surgen las canciones.
Inasequible al desaliento, el líder de Extremoduro confía en que algún día esta situación acabe, y mientras se dedica a su otra pasión: escribir. Tras tres años volcado en su primer libro, confía en que en unos meses podrá publicar. "No se trata de una autobiografía, porque no podría hacerla a menos que encontrara algo grabado", ha explicado entre risas. "Tampoco es una novela histórica, ni científica, es un relato", ha añadido.
Tres Discos, tres estilos
Muxik no quiere enmarcarse en un estilo concreto, sino que pretender dar una oportunidad a "todo el que tenga algo que se salga de lo general", de ahí lo diferentes que son los grupos que forman parte de esta primera 'hornada'.
Calaña, uno de ellos, está formado por Domingo Calzado, Mariano Media, Oswaldo Oneca y Alén Ayerdi, batería también de Marea. Se trata de una banda mestiza, que fusiona flamenco con blues, jazz, rock y hasta rumba, en la onda de grupos como Mártires del Compás o Delinqüentes. El motivo de su elección, además de que su sonido cautivó a Roberto Iniesta, fue el incidente que protagonizó Calaña en las fiestas de Pamplona hace algunos años, cuando dedicaron una versión de la canción 'Puta' de Extremoduro a la alcaldesa de Pamplona, con el consiguiente veto.
Antisocial, el tercer grupo que lanza Muxik, poco tiene que ver con los anteriores. Se trata de una banda de estilo indefinible aunque tendente al 'punk', sobre todo si se tiene en cuenta que no se considera un grupo, sino una "filosofía". Filosofía que consiste básicamente en "poner el dedo en la llaga, en todas las cosas que están vetadas". Por eso hablan de terrorismo, "porque no es bueno, pero está ahí, como lo está el terrorismo estatal, ejercido contra grupos que únicamente llevaban a la práctica su derecho a la libertad de expresión", ha afirmado Diego, su líder, en clara referencia a los casos vividos por Soziedad Alkoholika o Fermín Muguruza, entre otros. De hecho, no esconde su miedo a ser censurado.
¿Crónica de una muerte anunciada?
Tampoco esconden su temor los artífices de Muxik, en su caso, a que las cosas no funcionen. Conscientes de lo complicado del mercado musical, saben que tal vez tengan que renunciar a sus planes antes de lo previsto. "Nuestra idea es seguir sacando grupos nuevos, y que los ya sacados, se busquen la vida. Pero para poder hacerlo, hay que recuperar el dinero invertido", explica Iñaki Antón. Por eso, han decidido unir las cuentas de los tres grupos, de modo que se compensen si uno vende menos que los otros. Es la única manera que ven viable para lograr sus objetivos. "No es solidaridad", explica Iniesta, "es una aventura en un mundo que te gusta".
"El panorama general de la música es aburrido. Y las discográficas son las culpables de que sólo suenen en la radio los cuatro grupos de siempre a todas horas", añade Roberto Iniesta, autoerigido 'abanderado' del "desaburrimiento (sic)".
Y curiosamente, entre esos cuatro de siempre —Shakira, Paulina Rubio, El Canto del Loco o Julieta Venegas, por ejemplo— incluye a Fito Cabrales, líder de Fito y Fitipaldis y otrora vocalista de Platero y tú. No obstante, tanto Iniesta como Antón dejan claro que Fito no es culpable de que las compañías "machaquen y machaquen con su grupo estrella". "Nos alegramos de que nuestro colega tenga éxito, se lo merece porque no es un producto inventado, sino que se lo ha currado mucho tiempo".
By El Mundo
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